Al volver desde el espacio un astronauta contaba : " El primer día que mis compañeros y yo estuvimos en órbita, todos señalábamos con gran excitación a nuestros países, hacia el tercer día señalábamos nuestros continentes, pero al quinto día cobramos conciencia que hay solo un planeta Tierra y entonces ya no señalábamos nada, solo contemplábamos en silencio aquella maravilla, en la que todos los hombres aunque lo ignoremos somos hermanos "
" No somos conscientes de lo delgada que es la atmósfera, lo mal que hacemos si somos capaces de dañar el planeta, cuánto necesitamos para protegerlo. El planeta es una joya "
" Creo que en la Tierra tenemos demasiada nariz y tenemos dificultades para dar un paso atrás y apreciar los fenómenos globales que son evidentes cuando uno está a 450 km de altura sobre el nivel del mar. Y luego nos obliga a pensar en paralelo. A bordo de la ISS ( Estación Espacial Internacional ), estamos detrás de un escudo que nos protege de todo: vacío, temperaturas extremas, radiación... En la Tierra es lo mismo, excepto que su blindaje, la atmósfera, es infinitamente más fino y esto película delgada contiene toda la vida que hemos visto en millones de años luz "
Al tomar la altura, el astronauta presenció, todas las huellas dejadas por la actividad humana. Y el resultado es alarmante: "Usted ve el hielo derretirse, usted ve los ríos que llevan muchos desperdicios. Hay ciudades que están tan cubiertas por la contaminación que ni siquiera se puede tomar una foto de ellas. Vemos la fragilidad de la Tierra. "
" Cuando uno está a 450 km de altura sobre el planeta se da cuenta que no es "normal" estar en estas condiciones allí. Básicamente no estamos destinados a vivir en el espacio, somos criaturas muy terrenales que han evolucionado desde casi nada hasta nuestro estado actual en la Tierra. Vivir en la ingravidez es complicado, imaginar un parto en la ingravidez y el desarrollo del esqueleto de un niño sin gravedad es complicado. "
" Tienes que proteger la Tierra, no tienes el PLAN B. Usted no puede esperar todo de las instituciones. Al igual que la fabula de los Colibrí, en el cual el Colibrí hace su parte, usted tiene que actuar a su nivel y poner lo suyo propio para preservar el medio ambiente"
¿ Usted quiere que sus hijos y nietos vivan en este planeta ? Quizás sea tiempo de que reflexionemos por el camino que vamos. El tiempo vuela...
El Día de la Tierral, que se conmemora hoy, intenta concienciar al mundo cada 22 de abril de la necesidad de proteger el medio ambiente y la conservación de la Tierra. Este año el lema hace referencia a la biodiversidad de especies que hay en el planeta: “Protejamos nuestras especies”
La destrucción global y sin precedentes a la que asistimos a nuestro alrededor, junto a la reducción de las poblaciones de plantas y de vida silvestre están directamente relacionadas con la actividad humana: el cambio climático , la contaminación, la deforestación, la agricultura insostenible y los pesticidas, el tráfico y la caza furtiva de animales, la pérdida de hábitat… son, entre otros, impactos decisivos en lo que nos rodea.
Al referirnos a la biodiversidad, que es la variedad de seres vivos que existe en el planeta, la cantidad de especies de flora y fauna que desaparece en la Tierra se estima que ronda entre las 150-200 cada 24 horas. Este ritmo merma a pasos agigantados la biodiversidad del planeta y, por desgracia, los humanos tenemos tanto que ver en el problema que el ritmo actual es mil veces mayor que si fuera una extinción natural de especies.
Los efectos devastadores de la acción humana los estamos sufriendo hoy en día, por lo que más que intentar dejar un mejor planeta a las próximas generaciones, estamos hablando de poder vivir de manera sostenible en los próximos años gracias a la concienciación a través de la educación para lograr una ecología integral: es decir, una ecología ambiental, económica y social; una ecología cultural; una ecología de la vida cotidiana; una ecología guiada por el principio del bien común y también por la justicia entre países, continentes y generaciones.
Fuente:
https://elpais.com/elpais/2019/04/22/ciencia/1555913819_890116.html
La destrucción global y sin precedentes a la que asistimos a nuestro alrededor, junto a la reducción de las poblaciones de plantas y de vida silvestre están directamente relacionadas con la actividad humana: el cambio climático , la contaminación, la deforestación, la agricultura insostenible y los pesticidas, el tráfico y la caza furtiva de animales, la pérdida de hábitat… son, entre otros, impactos decisivos en lo que nos rodea.
Al referirnos a la biodiversidad, que es la variedad de seres vivos que existe en el planeta, la cantidad de especies de flora y fauna que desaparece en la Tierra se estima que ronda entre las 150-200 cada 24 horas. Este ritmo merma a pasos agigantados la biodiversidad del planeta y, por desgracia, los humanos tenemos tanto que ver en el problema que el ritmo actual es mil veces mayor que si fuera una extinción natural de especies.
Los efectos devastadores de la acción humana los estamos sufriendo hoy en día, por lo que más que intentar dejar un mejor planeta a las próximas generaciones, estamos hablando de poder vivir de manera sostenible en los próximos años gracias a la concienciación a través de la educación para lograr una ecología integral: es decir, una ecología ambiental, económica y social; una ecología cultural; una ecología de la vida cotidiana; una ecología guiada por el principio del bien común y también por la justicia entre países, continentes y generaciones.
Fuente:
https://elpais.com/elpais/2019/04/22/ciencia/1555913819_890116.html
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