La Svalbard International Seed Vault (SISV), también conocida como la "bóveda del fin del mundo", está diseñada para guardar muestra de todas las variedades de semillas conocidas por el hombre.

El Arca de Noé de las semillas se ha construido en Longyearbyen, un pequeño pueblo minero en la isla de Spitsbergen que pertenece al archipiélago noruego de Svalbard.
al norte de Noruega, a unos 1.000 kilómetros del Polo Norte. El lugar se ha escogido por su estabilidad sísmica y porque, al estar excavado en el suelo permanentemente helado del territorio ártico (el permafrost), facilita la conservación.

Al entrar en la bóveda, lo primero que se ve es un largo pasadizo de 125 metros que lleva hasta los tres almacenes del búnker. El interior del pasadizo se reforzó con una estructura circular de acero diseñada para evitar el peligro de cualquier derrumbe debido a la erosión de la montaña en la que se construyó la bóveda. Al final del pasadizo, se encuentra la sala de control donde los técnicos de la bóveda registran en los ordenadores del centro cada muestra de semillas que va llegando al búnker desde todos los países del mundo.
Los técnicos tienen que clasificar cada muestra, especificando su especie, procedencia y antigüedad. Toda la información se vuelca en una web a cuyos contenidos puede acceder libremente la comunidad científica. Las muestras de semillas se introducen en paquetes con tres capas de aluminio que se cierran de forma hermética para garantizar su conservación en las mejores condiciones posibles. Una vez que se han registrado y sellado herméticamente, las muestras de semillas se introducen en cajas de plástico y se trasladan a una de las tres cámaras de la bóveda.
Las muestras, conservadas en "cajas negras", sólo se pondrán en circulación en caso de que todas las fuentes de semillas hayan sido destruidas o agotadas.

En la actualidad, ya existen más de 1.000 bancos de semillas por todo el mundo. Sin embargo, muchos de ellos, sobre todo en los países en vías de desarrollo, se encuentran permanentemente amenazados por la escasez de agua, el riesgo de terremotos, inundaciones u otros desastres naturales, el impacto de los conflictos bélicos o simplemente una mala gestión debido a la escasez de recursos.
Para afrontar todos estos peligros, a los que también habría que añadir la cada vez mayor amenaza del cambio climático o la hecatombe mundial que podría provocar una guerra nuclear, Noruega ha construido la Bóveda. «Nuestro objetivo es conserva


DESCARGAR DIAPOSITIVAS
La Bóveda del fin del Mundo
La Bóveda del fin del Mundo
0 comentarios:
Publicar un comentario