Está ampliamente demostrado que por el camino que vamos, en 20 años más de polución, contaminación, deforestación, y de exterminio, la vida de la "especie humana" estará seriamente amenazada. Es preciso que la gente se dé cuenta de que está jugando, no solo con su vida, si no con la vida de sus hijos, nietos y toda su descendencia.
En la actualidad (entendida como los últimos dos siglos), la ratio de extinción de las especies es hasta 100 veces mayor que la tasa histórica actual. Si los informativos en los telediarios se basaran en un realismo ecológico (como lo hacen con el covid-19) , los habitantes del mundo escucharían noche tras noche, día tras día, algo parecido a lo siguiente: " Esta mañana, ha despertado usted en un Mundo en el que seguramente desde el alba de ayer, se han extinguido unas 100 especies de animales y vegetales, y también han desaparecido otras 50.000 hectáreas de bosques tropicales. Los desiertos han avanzado otras 20.000 hectáreas. La economía mundial ha consumido el equivalente a 22 millones de toneladas de petróleo y por lo tanto, durante las próximas 24 horas habremos liberado a la atmósfera otros 100 millones de toneladas de gases de efecto invernadero."
Ya nadie puede negar la crisis ecológica actual; nunca en la historia ha habido un colapso de la vida en tan poco tiempo ¿ Qué le hemos hecho a nuestro Planeta ? ¿Qué clase de relación hemos entablado con el resto de los seres vivos que nos acompañan y con quienes compartimos el Planeta? Estamos profundamente convencidos, que cuando las especies mueren por la degradación de los ecosistemas, no es más que un síntoma de que tarde o temprano moriremos también nosotros.
Somos adictos a éste modelo de desarrollo de crecimiento continuo que está degradando la biósfera terrestre. Se han disparado la temperaturas, las sequias, las inundaciones, el consumo, las necesidades de las personas, los tratamientos agrícolas, la cantidad de aparatos eléctricos u objetos descartables, la lejías de las fábricas, la miseria (hay gente que ya no puede vivir de su trabajo, pesca, agricultura, etc, etc... ¿Nos damos cuenta ? ¿ Sentimos en nuestra propia carne, el costo que implica la perdida de biodiversidad y contaminar la belleza de la naturaleza en nuestro país y en el Mundo ?
Es preciso cambiar radicalmente le ejecutoria destructora del hombre. Necesitamos buscar reconectarnos con la Tierra y concentrar la atención con nuestros orígenes y con nuestra verdadera esencia. Somos producto de nuestra herencia genética (millones de años de evolución) y del ambiente que nos nutre. Y en lo único que podemos incidir, de momento, es en lo segundo. Actuemos en consecuencia. Solo hay un camino, el de cambiar. Hoy más que nunca hay que darle sentido a lo que hacemos en el día a día, es fundamental !!!
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