Un lujo, y con todos los detalles. Compartimos, muy recomendable escuchar...
Para que se sepa a que se obliga Uruguay: PROYECTOS DE AGUAS... " El Uruguay se compromete a conceder y obtener la concepción de los derechos del uso de agua para los procesos industriales asociados al proyecto de la fábrica de celulosa. Uruguay se compromete a dar "el agua", el agua (dulce) requerida. Debe proporcionar a U.P.M la información sobre inundaciones, nivel de agua y el flujo con respecto al Río Negro. La Republica Oriental del Uruguay y sus organismos dispondrán y asegurarán el flujo de agua por el río Negro hacia abajo. Estableciendo así un flujo mínimo de aguas debajo de la represa de Rincón del Bonete, es decir, que Uruguay para que la fábrica se instale, se obliga a mantener la represa de rincón del bonete y también la de Baygorria a gusto de la empresa, es decir, que las compuertas se abrirán o cerraran según el agua que necesite la fábrica de celulosa, sí, para lo que necesite la fábrica, no la producción energética o " la gente". ¡ Pero aquí lo más grave ! Si el flujo del Río Negro no alcanzara, la fábrica de U.P.M podrá perforar y sacar agua del sub-suelo . ¿ Cual es el sub-suelo en esa zona del Uruguay ? El acuífero guaraní... que es una de las reservas de agua dulce más grande del planeta. Ahora, ¿ Cuanta agua pueden sacar ? La fábrica de celulosa para su funcionamiento necesita un enorme consumo de agua, ciento veinticinco millones de litros de agua dulce por día, lo mismo que consume una ciudad de 860.000 habitantes. Es decir que a la fábrica de celulosa de ser necesario se le autoriza a perforar y sacar (del acuífero guaraní), agua dulce y potable, el bien más preciado sobre el planeta, en la misma cantidad que necesita una ciudad de 860.000 habitantes."
Escribe: Ing. Qco. Ignacio Stolkin A propósito del decreto del Ejecutivo y UPM
Y es que el acuerdo (más bien, el contrato leonino) Uruguay-Finlandia fija la obligación de nuestro gobierno de dar “una total y constante protección y seguridad” a las inversiones finlandesas (artículo 2º inciso 2) y de compensar al inversor “pérdidas por causa de guerra u otros conflictos armados, estado de emergencia nacional, revuelta, insurrección o manifestaciones en el territorio de esta Parte Contratante” (artículo 6º inciso 1).
¡De más está decir en qué forma se obliga al Estado uruguayo a pagar!
Es claro que el apresuramiento por decretar la acción policial sin intervención judicial y de hacer mención al derecho de huelga (consagrado por el artículo 57 de la Constitución de la República) dejando su alcance a la libre interpretación de la autoridad es, justamente, demostrar a los inversores que somos un “país serio” (yo diría genuflexo) y que vamos a obedecer el acuerdo internacional y todas sus órdenes y prepotencias, incluso determinando cuál es el lugar del puerto de salida de sus productos, independientemente de que el tránsito o la belleza de nuestra capital esté en juego.
Llama la atención la intervención de la ministra Marina Arismendi, sugiriendo en forma subliminal que el conocido levantamiento de camioneros que condujo a la caída de SalvadorAllende en Chile puede precipitar la caída del gobierno porque se puede interrumpir la salida de la producción de arroz. Y, en general, aceptando que se impida demostrar a cualquier grupo social. ¿Hubiera preferido la señora ministra que la Policía (acompañada del Ejército) hubiera “sacado del forro” a las 300.000 personas que interrumpieron el 8 de marzo ni más ni menos que nuestra principal avenida?
Pero si necesitamos una confirmación de a quién va dirigido este decreto, veremos que su primera aplicación fue la detención de dos trabajadores. ¿Dónde? Ni más ni menos que frente a una productora de celulosa a la que se otorgaron las mismas condiciones de inversión que a Botnia -hoy UPM-, sin que mediara ningún acuerdo o contrato comercial que obligara a nuestro país. Mejor no aplicar el dicho “más claro, echale agua”, porque de ese elemento hacen uso sin pagar un céntimo.
Y aquí no hago mención al problema de las pérdidas económicas -que alcanzarán los miles de millones de dólares-, porque eso ya es poco frente a las pérdidas de carácter moral que estamos sufriendo con este ataque a la libertad de nuestro pueblo y el abuso de autoridad de nuestro Poder Ejecutivo, que, en aras de favorecer intereses externos, ha llegado a quitar autoridad a la Dirección Nacional de Medio Ambiente, que a través del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente debe dar cuentas al Parlamento, instrumentando por decreto una secretaría sobre cambio climático que estará a la orden del presidente de la República y que podrá decidir, sin consulta alguna, sobre temas de importancia nacional, entre los cuales se encuentran las concesiones sobre la no adopción de medidas correctivas a métodos de producción que sean negativos para el medioambiente.
Es de hacer notar que eso ya lo había intentado el presidente José Mujica por la instalación de Aratirí, que finalmente no funcionó.
Fuentes: http://perinatural.blogspot.com/2018/09/ing.html?spref=tw
https://www.youtube.com/watch?v=Do-dhoyGOB0
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