¿ Ustedes se dan cuenta
lo que está pasando ? ¿ Se dan cuenta del desastre en el agua ? No se preguntan
¿ Porque hay tantos cánceres en Uruguay ? Es triste todavía ver, a pesar de toda
la información disponible y accesible para " todos y todas ", que la gente
espera a caer gravemente enferma y encontrarse ellos o sus hijos en un hospital,
para preocuparse por los temas relacionados con los venenos, plaguicidas,
pesticidas, agro-tóxicos que se manipulan regularmente.
Ya es hora de pensar en cambiar
nuestro modelo de desarrollo. Hay que pensar en detener un
poco la marcha, en poner algunos límites racionales e incluso en volver atrás
antes que sea demasiado tarde. Tenemos que convencernos de que desacelerar un
determinado ritmo de producción puede dar lugar a otro modo de progreso y
desarrollo. En el P.E.R.I estamos convencidos de que si educamos día a día en esta línea de
pensamiento a las generaciones futuras de ingenieros agrónomos, podemos y
debemos cambiar la cantidad significativa de residuos, venenos tóxicos, pesticidas, especialmente insecticidas, fungicidas y herbicidas,
que reciben nuestros suelos y acuíferos. Camada de malos
hábitos y desidia de algunos dirigentes políticos, Ing agrónomos y productores
agrícolas. Esto también forma parte de la
degradación de un país. Estas actitudes deben cambiar
rápidamente.
Dijo Eleuterio Fernández Huidobro (
Ex-Ministro de Defensa) el 29 de Abril 2014 : "
El Río Negro es peligroso para bañarse en él y para
los animales. Pienso en Las Cañas y Mercedes, pobre gente !!!
”. " El río negro esta más contaminado
que el Santa Lucia, más !!! más !!! y yo calculo que todos los ríos están
hoy contaminados, pero lo del río Negro es pavoroso !!
Hallaron
residuos de plaguicidas pesticidas en
el tejido muscular de 96% de los peces
analizados en los ríos Negro y Uruguay.
“Presencia de residuos de plaguicidas en
peces de agroecosistemas de secano de América del Sur” se titula el artículo
publicado por un grupo de investigadores uruguayos en la revista científica
internacional Science of the Total Environment. Durante 2015 el equipo
analizó 149 muestras de peces silvestres de las zonas de Mercedes, Nuevo Berlín,
San Javier y San Gregorio de Polanco; 143 de ellos (96%) tenían residuos de
plaguicidas en sus tejidos musculares. En promedio, cada pez tenía rastros de
cuatro plaguicidas; el valor máximo se encontró en un pez capturado en Nuevo
Berlín, el Salminus brasiliensis, migratorio, en el que se detectaron
21 plaguicidas.
En total se identificaron 30 plaguicidas en concentraciones que van desde menos de uno a 194 microgramos por kilo. Los datos fueron difundidos ayer por el Observatorio del Agua en Uruguay, que dirige el periodista Víctor Bacchetta.
El artículo fue aceptado el 27 de febrero por Science of the Total Environment. Los autores son Federico Ernst, Beatriz Alonso, Marcos Colazzo, Lucía Pareja, Verónica Cesio, Alfredo Pereira, Alejando Márquez, Eugenia Errico, Ángel Manuel Segura, Horacio Heinzen y Andrés Pérez-Parada. Pereira y Márquez trabajan en la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, los demás (y también Márquez) se desempeñan en diferentes ámbitos de la Universidad de la República (Facultad de Química, Centro Universitario Regional Litoral Norte, Centro Regional del Este y Facultad de Ciencias).
“La mayoría de los peces han incorporado múltiples residuos de plaguicidas en sus tejidos”, constataron los autores, que señalaron la necesidad de contar con estudios sobre la incidencia temporal de plaguicidas a lo largo de la vida de los peces y que se evalúe el riesgo de esa exposición. Si bien las dosis no llegan a ser letales, los autores mencionan bibliografía que da cuenta de los efectos nocivos que causa la combinación de pesticidas, aunque sea en dosis subletales, en la salud de los peces.
Los plaguicidas que aparecieron con mayor frecuencia fueron los fungicidas trifloxystrobin (84%) y pyraclostrobin (51%), y el herbicida metolacloro. Preocupa principalmente el impacto de los dos fungicidas, porque ambos pertenecen a la familia de las estrobilurinas, altamente tóxicas para los peces. Las estrobilurinas también han aparecido en abejas en Uruguay, por eso los autores indican que es necesario estudiar el destino y el impacto de esos fungicidas en el medioambiente.
Para el artículo se analizaron peces de consumo humano, tanto de especies migratorias como no migratorias, de detritívoros (que se alimentan de detritos o materia orgánica en descomposición, reseña el Observatorio del Agua en Uruguay) y también de especies depredadoras superiores. Los residuos de pesticidas fueron detectados en ambos tipos de especies: migratorias y no migratorias.
El estudio halló diferencias en función de las particularidades productivas de cada región. Mercedes, San Javier y Nuevo Berlín son áreas rodeadas de agricultura de secano (pese a que San Javier y Nuevo Berlín conforman los Esteros de Farrapos e Islas del Río Uruguay, que integran el Sistema Nacional de Áreas Protegidas y son sitios Ramsar, es decir, de protección internacional a los humedales). En tanto, San Gregorio de Polanco es un área de pasturas naturales. “En las zonas de Mercedes, Nuevo Berlín y San Javier, donde predomina el cultivo de soja y de otros transgénicos a gran escala, la cantidad y composición de pesticidas es significativamente diferente de la encontrada en San Gregorio de Polanco, donde las pasturas naturales dominan los usos”, reseña la nota del Observatorio del Agua.
En función de su frecuencia de aparición y de la concentración promedio, los autores clasificaron los plaguicidas en cuatro categorías: dominante, frecuente, ocasional y raro. Entre los dominantes incluyeron los fungicidas carbendazim, epoxiconazol, pyraclostrobin y trifloxystrobin. La atrazina, azoxistrobin, difenoconazol, metalaxil, metolacloro, pirimiphos metil y tebuconazol se clasificaron como frecuentes. Los autores señalan que 28 de los compuestos detectados “están actualmente aprobados para la agricultura de secano, principalmente en cebada extensiva, sorgo, soja y producción de trigo”, y que los plaguicidas pirimiphos metilo y clomazona se utilizan como medicamentos de uso veterinario y en los cultivos de arroz, respectivamente. Los autores recomiendan analizar el tema en función del contexto agrícola y de si se trata de áreas prioritarias de conservación, como son los sitios Ramsar.
En total se identificaron 30 plaguicidas en concentraciones que van desde menos de uno a 194 microgramos por kilo. Los datos fueron difundidos ayer por el Observatorio del Agua en Uruguay, que dirige el periodista Víctor Bacchetta.
El artículo fue aceptado el 27 de febrero por Science of the Total Environment. Los autores son Federico Ernst, Beatriz Alonso, Marcos Colazzo, Lucía Pareja, Verónica Cesio, Alfredo Pereira, Alejando Márquez, Eugenia Errico, Ángel Manuel Segura, Horacio Heinzen y Andrés Pérez-Parada. Pereira y Márquez trabajan en la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, los demás (y también Márquez) se desempeñan en diferentes ámbitos de la Universidad de la República (Facultad de Química, Centro Universitario Regional Litoral Norte, Centro Regional del Este y Facultad de Ciencias).
“La mayoría de los peces han incorporado múltiples residuos de plaguicidas en sus tejidos”, constataron los autores, que señalaron la necesidad de contar con estudios sobre la incidencia temporal de plaguicidas a lo largo de la vida de los peces y que se evalúe el riesgo de esa exposición. Si bien las dosis no llegan a ser letales, los autores mencionan bibliografía que da cuenta de los efectos nocivos que causa la combinación de pesticidas, aunque sea en dosis subletales, en la salud de los peces.
Los plaguicidas que aparecieron con mayor frecuencia fueron los fungicidas trifloxystrobin (84%) y pyraclostrobin (51%), y el herbicida metolacloro. Preocupa principalmente el impacto de los dos fungicidas, porque ambos pertenecen a la familia de las estrobilurinas, altamente tóxicas para los peces. Las estrobilurinas también han aparecido en abejas en Uruguay, por eso los autores indican que es necesario estudiar el destino y el impacto de esos fungicidas en el medioambiente.
Para el artículo se analizaron peces de consumo humano, tanto de especies migratorias como no migratorias, de detritívoros (que se alimentan de detritos o materia orgánica en descomposición, reseña el Observatorio del Agua en Uruguay) y también de especies depredadoras superiores. Los residuos de pesticidas fueron detectados en ambos tipos de especies: migratorias y no migratorias.
El estudio halló diferencias en función de las particularidades productivas de cada región. Mercedes, San Javier y Nuevo Berlín son áreas rodeadas de agricultura de secano (pese a que San Javier y Nuevo Berlín conforman los Esteros de Farrapos e Islas del Río Uruguay, que integran el Sistema Nacional de Áreas Protegidas y son sitios Ramsar, es decir, de protección internacional a los humedales). En tanto, San Gregorio de Polanco es un área de pasturas naturales. “En las zonas de Mercedes, Nuevo Berlín y San Javier, donde predomina el cultivo de soja y de otros transgénicos a gran escala, la cantidad y composición de pesticidas es significativamente diferente de la encontrada en San Gregorio de Polanco, donde las pasturas naturales dominan los usos”, reseña la nota del Observatorio del Agua.
En función de su frecuencia de aparición y de la concentración promedio, los autores clasificaron los plaguicidas en cuatro categorías: dominante, frecuente, ocasional y raro. Entre los dominantes incluyeron los fungicidas carbendazim, epoxiconazol, pyraclostrobin y trifloxystrobin. La atrazina, azoxistrobin, difenoconazol, metalaxil, metolacloro, pirimiphos metil y tebuconazol se clasificaron como frecuentes. Los autores señalan que 28 de los compuestos detectados “están actualmente aprobados para la agricultura de secano, principalmente en cebada extensiva, sorgo, soja y producción de trigo”, y que los plaguicidas pirimiphos metilo y clomazona se utilizan como medicamentos de uso veterinario y en los cultivos de arroz, respectivamente. Los autores recomiendan analizar el tema en función del contexto agrícola y de si se trata de áreas prioritarias de conservación, como son los sitios Ramsar.
Julio de 2014, César Vega explicándole a su pueblo lo que tiene que saber sobre el agua.
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