El gran problema de la humanidad y los viejos pleitos que esta viene arrastrando desde la noche de los tiempos , no es que falte sentimiento sino que falta inteligencia. El gran problema de la humanidad no es que no se sienta , sino que no se piensa. El sentimiento falla porque falla la inteligencia.
Sin inteligencia no hay comprensión , no hay entendimiento y sin comprensión ni entendimiento no puede haber amor, ni libertad, ni nada... Amar es comprender... dijo alguien. La verdad os hará libres, dijo Jesús. Si de verdad fuéramos inteligentes sabríamos escuchar y estaríamos dispuestos a corregir , dispuestos a cambiar cuando alguien nos demostrara que nos hemos equivocado y que nuestras verdades son opiniones y que no merece la pena querer matar o morir por el solo hecho de que esa persona piense distinto.
Si de verdad fuéramos inteligentes cuidaríamos la naturaleza como un tesoro y no envenenaríamos el aire, ni los ríos , ni los mares , ni la tierra . No haríamos daño !!! Si de verdad fuéramos inteligentes sobrarían las policías y las cárceles y cada uno sería el propio juez de sus actos.
" Es muy difícil llenar un vaso cuando este ya esta lleno " pero quiera dios la humanidad despertara algún día y comprendiera que tenemos que cambiar el rumbo que hemos tomado antes que sea demasiado tarde ... "Tenemos que empezar de cero ... de nuevo... y repensar esta sociedad en la cual estamos viviendo , para no seguir cometiendo los mismos errores ..."
Berta es la galardonada de Sur y Centro América del Premio Goldman 2015, el premio más importante del mundo para los activistas ambientales de los pueblos .
Atendiendo a estos resultados, un 75% de estos asesinatos tuvieron lugar en Centroamérica y Suramérica. El 25% restante fueron cometidos en el sureste asiático, la segunda región más peligrosa para ser ecologista, según el informe.
Heladores testimonios
Así, el documento se apoya en el caso emblemático de la activista hondureña Berta Cáceres, ganadora del Premio Goldman de Medio Ambiente de 2015, por su oposición a la construcción de la presa de Aguas Zarcas sobre el río Gualcarque, que amenaza con cortar un suministro de agua vital para cientos de indígenas de la comunidad Lenca.
Se han prefabricado cargos criminales contra ellas y ha sufrido en sus propias carnes amenazas de violación o muerte. Tres de sus compañeros, indígenas Tolupán, fueron acribillados a balazos por pistoleros que irrumpieron a tiros en una pequeña protesta ecologista al norte de Honduras. Ante este desolador panorama, los hijos de Berta Cáceres han huido del país, mientras los agresores campan a sus anchas en Honduras, denuncia la ONG.
De acuerdo con el informe de Global Witness -titulado "¿Cuántos más?"- la persecución de los activistas medioambientales comienza en el primer momento en el que se intenta criminalizar las protestas, limitar las libertades y debilitar la legislación en favor del medioambiente. En muchas ocasiones son tratados como terroristas e identificados como peligrosos enemigos del Estado.
Cuando todo esto fracasa, las muertes se suceden. En ocasiones, son tiroteados por agentes de Policía en alguna movilización. En otras, las grandes corporaciones recurren a los sicarios para liquidar tan molesto obstáculo para sus propósitos.
El estudio concluye con una llamada a los Gobiernos implicados y a la comunidad internacional para que supervisen, investiguen y castiguen estos crímenes. Insiste particularmente a Honduras para que aborde estos abusos en su próximo examen ante el Consejo de DDHH en Naciones Unidas.