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¿Es peligrosa el agua fluorada? ¿Es conveniente clorar el agua? ¿Cómo quitar el sabor del cloro?

Beneficios y problemas de la fluoración del agua

Muchas aguas contienen cantidades elevadas de flúor procedentes de los minerales que se disuelven en el interior de la tierra. Además muchos compuestos fluorados intervienen en la producción industrial, como el aluminio, la fibra de vidrio o el acero. Gran parte de este flúor se vierte a los ríos. Otras veces, se producen emisiones al aire de estos
componentes como resultado del proceso de fabricación de la industria de fertilizantes y cerámica. Estos productos se depositan con la lluvia en la tierra y, por filtración, pasan a formar parte de las aguas subterráneas.

También se han encontrado restos de flúor en los análisis realizados en alimentos por absorción de estos compuestos. Entre los alimentos que se han encontrado mayor proporción se encuentran el pescado, el tea o las coles.

En estudios realizados con ratones se ha comprobado como la ingestión durante unas semanas de flúor en dosis elevadas producían desordenes en el esqueleto. Entre los síntomas más característicos que se daban se encontraban los problemas de calcificación en las fracturas óseas y la disminución del volumen óseo.

Al agua potable de muchos lugares se añade flúor como una manera de combatir la caries dental. Los valores de flúor añadidos al agua se encuentran entre 0.5-1.0 mg/litro. Se ha demostrado que este mineral protege el esmalte dental contra la acción de las bacterias cuando se administra en cantidades moderadas ( 0.5 mg/litro). Sin embargo, muchos especialistas advierten sobre la fluoración indiscriminada ya que, según su opinión, esta es a veces responsable de la aparición en niños de la fluorosis, consistente en el desarrollo de manchas blancas en los dientes como consecuencia de un exceso de fluór. Se ha comprobado, según la Organización Mundial de la Salud, que esta anomalía se produce cuando el agua contiene cantidades entre 0.9 y 1.2 mg/litro, coincidiendo con temperaturas elevadas. En temperaturas menos elevadas se necesitaría dosis superiores a 2 mg/l para producir estos efectos. Cuando existan otras formas de aportación de flúor, además del agua, dosis inferiores a 1,5 mg/l podrían producir los mismos resultados.

De igual manera existen muchos detractores que acusan al flúor de ser responsable de la aparición cada vez mayor de fracturas de cadera en personas mayores. Según su opinión el flúor disminuye la flexibilidad de los huesos y los hace más débiles y más proclives a las roturas.

(Ver artículo relacionado sobre los efectos tóxicos y dañinos del consumo de flúor, así como los peligros de la fluorización del agua potable y la sal de mesa en Flúor: nuestro veneno de cada día).

¿Es necesario añadir cloro al agua potable? ¿Puede resultar peligrosa la cloración del agua?

La cloración del agua: el cloro se utiliza como desinfectante industrial, por su capacidad para eliminar las bacterias y los malos olores; para blanquear el papel, en la fabricación del bromo, en la producción de lejía y en la cloración del agua potable o de baño.

La mayoría de las comunidades utilizan el cloro para eliminar los microorganismos del agua corriente y hacerla apta para el consumo humano. El cloro se añade al agua en una proporción de 0,2 a 1 mg/l.

La ingestión de productos con dosis elevadas de cloro, como la lejía, es responsable de grandes irritaciones en el esófago, la garganta o la boca. Estas ingestiones se realizan accidentalmente en niños pequeños que tienden rápidamente a expulsar el líquido.

Hay sospechas que el cloro en el agua puede ser responsable de la aparición de asma o dermatitis. De igual manera se ha visto que los niveles de colesterol eran más elevados en lugares donde el agua con altos niveles de calcio se le añadía cloro. Incluso hay estudios tendentes a demostrar la relación entre el agua clorada y el cáncer de vejiga.

Según la Organización Mundial de la Salud, no hay estudios concluyentes que demuestren los efectos negativos del cloro en el agua de consumo, mientras que los beneficios que aporta la adición de este elemento químico son incalculables al prevenir la aparición de numerosas enfermedades contagiosas.

¿Cómo eliminar el cloro del agua ?


El cloro, sin embargo, proporciona un olor desagradable al agua. Para eliminar el cloro se pueden utilizar diferentes procedimientos que van desde algunos recursos caseros, como dejar el agua del grifo en una botella abierta para que este se evapore o hervir el agua, hasta otros más sofisticados como los filtros de carbón activado o los sistemas de ósmosis invertida. No obstante tenemos que tener en cuenta, que ésta agua a la que le hemos quitado el cloro está desprotegida contra el desarrollo de bacterias, por lo que debe beberse lo más rápidamente posible o dejarla en la nevera. En todo caso, debe ser consumida antes de las 24 horas siguientes al tratamiento y no debe dejarse expuesta a temperatura ambiente.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias por la informacion

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