Posted by Francisco in Neo Anarquía.
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Estás en paro, o jubilado, o eres estudiante, o amo/ama de casa, o quizás en tu empresa sólo seas un número entre muchos.
Te han hecho creer que eres un don nadie, que tienen a miles como tú para reemplazarte, o que ya no vales para producir, ni para crear, ni para hacer un beneficio a tu comunidad.
Te han vendido que el fútbol, los paseos, leer el periódico, ver la tele, seguir los programas del corazón o jugar con una consola es lo mejor que puedes hacer.
Pero ahí, en el fondo, sientes que no es así. Todavía no lo sabes seguro, pero presientes que no estás acabado, presientes que no eres tan prescindible, tan débil, tan impotente como te hacen creer cada día.
Empiezas a comprender que toda esta sociedad la están diseñando otros, pero no cuentan contigo para ello. Están diseñando tu sociedad para su propio beneficio, y su mejor jugada ha sido hacerte creer que no debes, que no puedes, hacer nada.
Sólo siéntate y déjate morir, o espera a que te llamen si te necesitan, y da las gracias, porque te están regalando la vida.
¿Qué importa que a cambio hayas perdido la libertad, o peor, que se la hayas entregado?
Te dicen que eres impotente, y te lo has creído. Ves la tele, sigues a un equipo, o asistes a las peleas de los políticos, es lo que te queda, cuando no te queda ni trabajo, ni dignidad, ni esperanza.
Pero están equivocados. Lo sientes dentro.
Puedes hacer mucho.
Por ti, por tu familia, por tu comunidad, por el mundo.
Tienes un inmenso potencial en tu interior, pero no sabes cómo sacarlo, o cómo demostrarlo.
Deja de lado lo que te han dicho, para esta tarea olvida todo lo que te han enseñado. Las empresas, los gobiernos, el sistema, céntrate en lo que de verdad importa, las personas.
Son ellas las que forman el mundo. Una inmensa mayoría, quizás el 99% de ellas está en tu misma situación, se sienten impotentes, bombardeados por publicidad sobre los inútiles que son, cada hora del día, cada segundo, en cada noticia. Se les dice que dependen de las empresas para comer, se les dice que dependen del sistema para vivir, de los medios de comunicación para pensar y de los políticos para que les digan, para que nos digan, lo que debemos hacer.
Pero realmente, son esas personas lo importante. No los medios de comunicación, no las empresas, las acciones, el dinero, la política o cualquier otro invento.
Son ellas en quienes debes centrarte para demostrar lo que tú puedes hacer. Tu fuerza.
Recuerda, las personas.
Tú eres una de ellas. Por lo tanto, tú también importas, y debes hacer lo que te gusta.
Debes hacer tu camino, encontrarlo, recorrerlo, y eso no tiene nada que ver con lo que haces para el sistema.
Esto tiene que ver con lo que haces por ti, y por las personas.
Encuentra lo que te gusta, lo que se te da bien, lo que hace de ti alguien especial, y ofréceselo al mundo. Entrégalo a esas otras personas que desean hacer lo mismo, creando para ellos, pero haciéndolo por ti.
En tu tiempo libre, en tu vida, piensa qué necesita la sociedad y qué puedes tú ofrecerle. No tiene nada que ver con tu trabajo, o con tu falta de trabajo, tiene que ver contigo y con las personas.
Quizás en una mañana de domingo puedas arreglar y barnizar ese banco del barrio que lleva años estropeado, o salir al campo y plantar árboles, o escribir un artículo sobre tu afición preferida, o ayudar en un comedor social.
No importa lo que te digan de tu incapacidad. Lo que importa, lo que realmente importa, es lo que puedes hacer por ti mismo, y por los demás, y lo que puedes hacer con ellos, y por ellos.
La riqueza que puedes crear para las personas, que te será devuelta por lo que otros harán para ti.
Míralo, mira a tu alrededor, mira cuanta gente está creando bienestar fuera del sistema. Cuánta gente hace cosas buenas, cuanta gente entrega su tiempo en ONG´s, o ayuda en su comunidad.
Tú eres uno de ellos, y tu valía, tu importancia, no depende del dinero que tengas, o que te paguen, ni de las veces que salgas en la televisión, o que te nombren los políticos.
Tú eres grande por lo que haces por tu comunidad y por el mundo.
Eso es lo que te hace fuerte. No dependes de lo que te digan. Tú no eres impotente, tú no eres débil, ni prescindible.
Tú eres importante, y ya va siendo hora de que te lo creas, y de que lo demuestres.
Fuente: http://guerrerosdesingularidad.wordpress.com
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