Había una vez una sub-especie conocida como psicópata que engañó a los demás habitantes del planeta haciéndoles creer que los polos se derretirían, que los mares se elevarían y que las ciudades del mundo desaparecerían bajo las olas si no estaban de acuerdo con entregar grandes sumas de dinero a los psicópatas que luego lo utilizarían para acorralar a los humanos y alimentarse de ellos.
Para convencerlos que adopten este esquema, los psicópatas dijeron a los humanos que un gas, que anteriormente se pensaba que era esencial para sostener la vida en la Tierra, era en realidad el responsable de sobrecalentar al planeta. A los humanos les dijeron que producían demasiado de este gas, por lo tanto sería mejor para todos si algunos simplemente desaparecieran. Así que los humanos comenzaron a empujar del barco a los más pobres, por decirlo de alguna forma, y acordaron, bajo falsas pretensiones, construir una prisión para ellos mismos, creyendo todo el tiempo que esto salvaría al planeta. Pero los humanos no comprendieron que pronto ellos también iban a ser arrojados del barco ya que los psicópatas eran despiadados parásitos que se habían absorbido a si mismos mientras la humanidad aceptó la pobreza con gusto.
Los psicópatas eran diabólicamente inteligentes. Tenían cierta idea de la verdadera naturaleza del cambio que estaba llegando pero no querían que los humanos lo supieran. ¡Entonces prepararon escondites para ellos mismos y planearon culpar a los humanos por modificar el clima una vez que la tormenta comenzara! Mientras tanto los psicópatas se dispusieron a aterrorizar y distraer a los humanos generando guerras entre ellos, luego diligentemente se prepararon para lo que estaba próximo a llegar creyendo que iban a heredar el planeta entero solo para ellos (y quizás un pequeño grupo de esclavos humanos que sobrevivieran a los grandes cambios).
Para que el plan funcionara, los humanos no tendrían que descubrir el esquema cueste lo que cueste. Pero lo hicieron. Comenzaron a entender que los psicópatas no eran líderes en ningún aspecto, y que de hecho eran criaturas peligrosas. Luego compartieron el nuevo conocimiento con otros. Los psicópatas se desesperaron a medida que sentían que los humanos se estaban liberando de su control. Para evitar que los esclavos humanos se volvieran contra ellos, los psicópatas decidieron comprar el suministro mundial de chocolate porque ellos sabían que el chocolate hace felices a los humanos. Pero se habían vuelto tan despiadados en sus acciones que los humanos ya no pudieron evitar darse cuenta lo que eran en realidad: malvados parásitos contra ellos y su planeta hogar.
Bueno, no sabemos cómo terminará la historia, pero observamos el caos que nos da esperanzas. Es importante recordar que, al igual que con los cuentos para dormir con los que crecimos, la de arriba es una historia, una representación que ayuda a la gente a digerir nuevos conceptos que a simple vista parecen amenazadores y que temporalmente pondrán sus vidas cabeza abajo. Cuando esto sucede, el oyente puede llegar a obtener una visión enriquecedora del universo, objetiva y más equilibrada, y de su lugar en él.
1 comentarios:
una breve historia para irse a dormir...
Había una vez una sub-especie conocida como psicópata que engañó a los demás habitantes del planeta haciéndoles creer que los polos se derretirían, que los mares se elevarían y que las ciudades del mundo desaparecerían bajo las olas si no estaban de acuerdo con entregar grandes sumas de dinero a los psicópatas que luego lo utilizarían para acorralar a los humanos y alimentarse de ellos.
Para convencerlos que adopten este esquema, los psicópatas dijeron a los humanos que un gas, que anteriormente se pensaba que era esencial para sostener la vida en la Tierra, era en realidad el responsable de sobrecalentar al planeta. A los humanos les dijeron que producían demasiado de este gas, por lo tanto sería mejor para todos si algunos simplemente desaparecieran. Así que los humanos comenzaron a empujar del barco a los más pobres, por decirlo de alguna forma, y acordaron, bajo falsas pretensiones, construir una prisión para ellos mismos, creyendo todo el tiempo que esto salvaría al planeta. Pero los humanos no comprendieron que pronto ellos también iban a ser arrojados del barco ya que los psicópatas eran despiadados parásitos que se habían absorbido a si mismos mientras la humanidad aceptó la pobreza con gusto.
Los psicópatas eran diabólicamente inteligentes. Tenían cierta idea de la verdadera naturaleza del cambio que estaba llegando pero no querían que los humanos lo supieran. ¡Entonces prepararon escondites para ellos mismos y planearon culpar a los humanos por modificar el clima una vez que la tormenta comenzara! Mientras tanto los psicópatas se dispusieron a aterrorizar y distraer a los humanos generando guerras entre ellos, luego diligentemente se prepararon para lo que estaba próximo a llegar creyendo que iban a heredar el planeta entero solo para ellos (y quizás un pequeño grupo de esclavos humanos que sobrevivieran a los grandes cambios).
Para que el plan funcionara, los humanos no tendrían que descubrir el esquema cueste lo que cueste. Pero lo hicieron. Comenzaron a entender que los psicópatas no eran líderes en ningún aspecto, y que de hecho eran criaturas peligrosas. Luego compartieron el nuevo conocimiento con otros. Los psicópatas se desesperaron a medida que sentían que los humanos se estaban liberando de su control. Para evitar que los esclavos humanos se volvieran contra ellos, los psicópatas decidieron comprar el suministro mundial de chocolate porque ellos sabían que el chocolate hace felices a los humanos. Pero se habían vuelto tan despiadados en sus acciones que los humanos ya no pudieron evitar darse cuenta lo que eran en realidad: malvados parásitos contra ellos y su planeta hogar.
Bueno, no sabemos cómo terminará la historia, pero observamos el caos que nos da esperanzas. Es importante recordar que, al igual que con los cuentos para dormir con los que crecimos, la de arriba es una historia, una representación que ayuda a la gente a digerir nuevos conceptos que a simple vista parecen amenazadores y que temporalmente pondrán sus vidas cabeza abajo. Cuando esto sucede, el oyente puede llegar a obtener una visión enriquecedora del universo, objetiva y más equilibrada, y de su lugar en él.
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