compartir Facebook Twitter

La revolución de los ajos.







Al líder del Partido Ecologista Radical Intransigente, el agrónomo César Vega, lo definen como el José Mujica de hace 25 años. Ha dicho que el futuro de Uruguay pasa por plantar ajos , tomates , soja orgánica  y producir  alimentos , se define como un "radical del sentido común".
César Vega en su chacra de Punta Espinillo. Foto: Francisco Flores.

Fernán Cisnerosáb sep 6 2014
César Vega, el candidato a presidente por el partido político de mayor crecimiento en la última legislatura, está con el torso desnudo en una mañana tirando a estival que se coló al invierno. Está embarrado y cansado, tironeando de un nailon que hará de techo del invernáculo que construye junto a su ayudante, un hombre discreto, "un campesino que vino del medio del monte en Río Negro y no sabe ni leer ni escribir pero es muy inteligente", como lo presenta Vega.
"¿Ya son las 11?", dice mientras se acerca a saludar limpiándose la cara del cansancio acumulado en una trabajada mañana rural. Acá, en este rincón de Punta Espinillo, está la casa y la chacra del líder del Partido Ecologista Radical Intransigente, el PERI, el lugar de reunión del grupo y por ahora único club político que, justo es decirlo, queda un tanto a trasmano de la euforia electoral que empieza a ganar, sin prisa pero sin pausa, al resto del país. No hay nada más al oeste en la capital ya que a unos 500 metros, el río de la Plata se confunde con el Santa Lucía y ahí mismo se termina Montevideo.
Igual, hay quienes se arriman hasta allí, cuenta, a comprarle los productos orgánicos que planta en estas tres hectáreas. Se enorgullece de ser "casi" autosustentable: además de plantar, tiene gallinas, cerdos, patos, conejos y vaca, "los bichos". "Esto es como era antiguamente el campesinado", dice mientras pide un cigarro porque aunque quiere dejar de fumar, "estas cosas me ponen nervioso" (y parece estar refiriéndose a las entrevistas), y pasa a enumerar una dieta austera que se limitaría a huevo duro, brócoli y alguna lechuga. "Sólo nos falta hacer el vino", bromea. Está en sus planes.
Hace un par de años, el PERI no existía. Literalmente: no existía. Y Vega era sólo ingeniero agrónomo y periodista rural de pasado frenteamplista y con un punto de vista crítico hacia el gobierno en general y a sus prácticas en el terreno agropecuario, en particular. En las elecciones internas de junio, el PERI consiguió 2.861 votos, mil menos que el Partido Independiente y 2.000 más que el Partido de los Trabajadores, por citar un ejemplo que se podría pensar ideológicamente cercano al PERI. Y eso sin publicidad en los grandes medios, se enorgullece Vega. Su campaña política se limitó al optimismo del boca a boca y a una serie de espacios contratados en CX 40, radio Fénix, una emisora que, con todo respeto, no es un imán de oyentes y que se lleva todo el presupuesto de comunicación del partido, unos 30.000 pesos, dice. A eso se le sumará a las finanzas lo que recibió por los votos que consiguió en junio y un dinero de adelanto por los que podría sacar en octubre. "Pero no lo vamos a gastar todo", dice Vega. Quizás hagan publicidad en medios escritos pero desde ya descartan la televisión por una cuestión de costos. Además tiene un sitio web vinculado a su programa La voz del agro que, dice, ya tiene 800.000 visitas y que funciona como un sitio extraoficial del partido.
Y ha sabido captar cierta atención pública. En su intervención, a fines de julio, en el paraninfo de la Universidad de la República durante un debate entre los presidenciables sobre la megaminería (al que descortésmente sólo faltó Tabaré Vázquez) Vega puso sobre la mesa una ristra de ajos orgánicos plantados en su chacra. El gesto fue aplaudido incluso por Pedro Bordaberry, quien estaba sentado a su lado y, según las crónicas, le pidió una cabeza de ajo y se la llevó para su casa. En el evento, el líder del PERI propuso una "megaplantación" de 10.000 hectáreas de "ajo uruguayo" (en oposición al ajo chino que se come ahora que es "producido por esclavos") lo que daría unos 900 millones de dólares anuales y 40.000 empleos. El planteo generó hilaridad en algunos de los presentes y los candidatos, incredulidad en otros y una ronda de aplausos. Vega no explicó qué vamos a hacer con tanto ajo pero fue la estrella de la noche. De "el asado del Pepe" a "los ajos de Vega".
Está por salir al aire en su espacio, así se excusa después de lidiar con sus manos sucias ("está bravo sacar el aceite quemado", dice) en una olla dentro de la pileta de la cocina. Ofrece un vaso de agua fresca que no está muy fría y sabe raro. "Los hielos tenían mal olor", avisa demasiado tarde y se pone una camisa y se emprolija los pelos despeinados, quizás porque la visita vino con fotógrafo, quizás porque está por empezar "La voz del PERI". La cortina musical que lo anuncia es una canción del dúo portorriqueño Calle 13. Antes de él está el espacio de un tarotista, Gerardo.
Son apenas 20 minutos en los que Vega repasa actividades recientes y futuras del sector, cuenta lo que estaba haciendo en el campo ("terminamos de poner el nailon del techo del invernadero", dice y no miente), aporta un pronóstico del tiempo apurado, le da duro al presidente José Mujica y lee mensajes de los oyentes que no pararon de hacer sonar su celular de un modelo medio viejo durante el programa; Vega da al aire su teléfono particular. En general los mensajes son para avisar que están de acuerdo con lo que dice el líder del partido o darse ánimo rumbo a las elecciones. "Vamos bien", dice con sarcasmo hacia el eslogan de Tabaré Vázquez.
"No te podés comer la pastilla de que el único imperialismo es el de Estados Unidos", advierte a sus oyentes a través de un teléfono al que agarra como si fuera un micrófono. "No, no, no. Ahí también está China". Habla de la deuda externa e insiste con ironías varias hacia el presidente Mujica. La gente sigue mandando mensajes; recibirá una veintena mientras dure el programa. No sabe cuánta gente lo escucha ("unos miles", aventura) pero dice que cuando estaban en la madrugada le consiguieron ganar en audiencia a la imbatible Radio Monte Carlo.
"Tengo una confianza bárbara y más en mis compañeros", dice sobre sus perspectivas electorales y por eso, quizás, no lo sorprendió la votación de las interna: "si hubiéramos trabajado más, sacábamos más votos". Le parece que una banca en Diputados o incluso llegar al Senado es un horizonte posible. "Hay que soñar", dice. Según las encuestas, el PERI tendría menos del 1% de las intenciones de voto y no aparece en el marcador. Estaría lejos de una banca.
Fundado hace tres años, el PERI, debe la intransigencia en su nombre a una oposición tajante a la energía nuclear, según repite en la nota y en sus intervenciones radiales. También se opone ferozmente a la explotación minera, por lo menos en las condiciones que las está ofreciendo el gobierno. Aunque es contundente en su defensa de lo orgánico y en su crítica a los monocultivos (que incluye el que el gobierno propone para la marihuana, aunque está de acuerdo con el autocultivo) igual, avisa que "queremos ser radicales del sentido común". Por eso, dice ser consciente, por ejemplo, que no puede ir y sacarle a UPM o Stora Enso las 200.000 hectáreas forestadas porque "eso dejaría mil trabajadores sin empleo". Y aunque reconoce que es "un disparate" tanta tierra forestada, "ya hay cosas hechas" que va a ser difícil cambiar.
El candidato presidencial del PERI es de Paysandú con todos los certificados: su padre trabajó en Norteña y su madre en Paylana, estudió en la escuela 33 Orientales en pleno barrio obrero sanducero y él mismo empezó a trabajar en la cervecera a los 15 años, una experiencia que considera "fundamental" porque "trabajé con alemanes con un criterio de estar en hora y nada relajado", dice en su fuerte acento del interior. Le gustó el campo, estudió agronomía y se quedó en Montevideo. Empezó en radio en junio de 1985 con José Germán Araújo en CX 30. Si viviera, Araújo —un periodista opositor a la dictadura y senador por Democracia Avanzada del Frente Amplio, fallecido en 1993—, "obvio que ya se hubiera ido del Frente", dice Vega. Como él.
La radio le sacó la timidez, dice, y desde entonces no la abandonó. Hasta la Semana Santa de 2007 trabajó en la emisora 1410 AM de la que se desvinculó por, entre otras cosas, su posición contraria a las plantas de celulosa. Desde mayo de ese año está en Fénix. "La radio es apasionante", dice y atiende una llamada de, precisamente, una oyente a la que apenas puede frenarle el entusiasmo pidiendo que lo llame en un rato.
A Vega se lo suele comparar con la gestualidad y la austeridad de José Mujica y esa es la primera impresión que provoca verlo en esa casa desordenada pero prolija, aislada en el oeste de Montevideo que hace inevitable pensar en el actual presidente, su chacra, su mascota de tres patas, su estilo de vida, su verborragia (aunque la de Vega es más seca y directa sin tan floreo retórico) y sus ideales. Vega, igual, es muy crítico de Mujica.
"La otra vuelta un periodista me dijo que yo me parecía a Mujica hace 25 años", dice. "Y es verdad, el problema es que él no hizo lo que decía y yo espero que si nos toca lo hagamos".
—Entonces, deme tres ejemplos de cosas que haría si les toca.
—Te los doy. No estamos hablando de cuadricular el país para hacer una reforma agraria. Decimos cosas como vincular el sueldo mínimo con el máximo en una relación que puede ser 1/10, 1/7 o 1/8 pero no como ahora 1/80. Es decir que entre el que gana menos y el que gana más hoy hay 80 veces. Así no. Eso es demasiado. Pero 1/10 es razonable: si una persona gana 15.000, la otra gana 150.000. Está bien. De ahí para arriba uno puede ganar más dinero pero se le pone impuesto a la renta como hacen en Suecia. Hoy el impuesto a la renta es un impuesto al trabajo. Otro ejemplo: que 80% de los impuestos los pague el 20% más rico y 20% de los impuestos los pague el 80% más pobre. Y eso que suena medio comunista, lo pide el Banco Mundial. Yo soy cristiano y qué decía Cristo, ayuden a los pobres y después de 2.000 años seguimos diciendo lo mismo. Y tercero que si una familia quiere tierra, se la damos. No dentro de 50 años, mañana mismo.
—En ese sentido, ¿cómo piensa que ha funcionado el Instituto de Colonización?
—Mal. Cuando quise demostrar que iba a andar mal el Frente Amplio, el 2 de mayo de 2006 me fui a anotar en Colonización y como lo dije por la radio fueron como 40. Ocho años después, los 40 seguimos esperando la tierra.
—Usted es muy crítico de los procesos de extranjerización o los megaproyectos mineros y forestales pero ¿cómo se da marcha atrás en esas cosas?
—Es difícil. Cuando vienen los compañeros más jóvenes y me hablan de cambiar toda la soja transgénica por soja variedad, yo les digo que precisamos 10 años. Y para eso también. No hay otra. Decir que va a cambiar mañana es mentir. Hay que ver cómo se sale. Los uruguayos tienen como 9.000 millones de dólares de reservas en el extranjero. Es decir que una persona rica del Uruguay si nosotros le damos las posibilidades ¿no querrá invertir en esas empresa? Hoy no lo hacen porque están desconfiados de este gobierno y se borran por las dudas.
—Y usted piensa que no se van a borrar con un gobierno suyo?
—Por supuesto (se ríe). Pero vamos con otra cabeza, la que yo quiero mostrar aquí con mi lugar y mi forma de vida. Yo no estoy jodiendo.

MODELOS AJENOS

"Para Vega, los modelos de sociedad exitosos habría que buscarlos por Bután (el reino cuyo monarca, Jigme Singye Wangchuck, impuso en 1972, la variable Felicidad Nacional Bruta para medir la riqueza) y Nueva Zelandia, "un país parecido al nuestro". Aunque, aclara, no piensa copiar modelos. De los que andan cerca, Bolivia "es el único del que yo llevaría algo parecido porque nacionaliza cosas que le sirven a la gente". También le gusta Marina Silva en Brasil.

OTROS VERDES

El Partido Ecologista Radical e Intransigente no es el primer proyecto político que centra su plataforma en la prédica ecologista. En 1987 se fundó el Partido Verde Eto-Ecologista que promovió como candidato a la presidencia a Rodolfo Tálice y a primer candidato a diputado a Homero Mieres (el director de Ma-Pa) en las elecciones de 1989; consiguieron 10.835 votos. En las elecciones de 1994 consiguieron 5.498 también con Tálice pero compitió con una escisión propia, el Partido del Sol Federal y Pacifista que promovió a Mabel Portillo a la presidencia y a Mieres en Diputados y que se hizo de 2.258 votos. En 1999, el Partido Verde Eto-Ecologista se presentó como parte de la Unión Cívica. En las últimas elecciones había dentro del Frente Amplio, un sublema Movimiento Ecologista Agrario cuya lista 2010 liderada por el artiguense Silvio Ríos, consiguió 773 votos. No se van a presentar en las próximas elecciones y así el Frente Amplio no tiene ningún sublema explícitamente ecologista. Hay un partido Unidos por Nuestras Riquezas Naturales. Finalmente, en proceso de organización y sin sede partidaria, ni lista en estas elecciones está el Partido Verde.

Más noticias de este boletín...

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Bluehost Review