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Silicon Valley, sin computadoras...



Sabemos que estos datos hoy en día los maneja muy  poca gente en el planeta , pero son verdaderos, reales y  objetivos .
Observen lo que le imponen  a nuestra sociedad  y nuestros  niños  y  luego  observen   lo  que hacen  los  hijos y  niños de los magnates súper poderosos  y  súper tecnológicos ...
Para pensar en momentos donde se escucha  algunos  políticos , periodistas , docentes ,  todo tipo de conversaciones  sobre la decadencia de  los valores y la educación   en  nuestro  país , donde la   mayoría de los padres aceptan  todo y casi  sin   cuestionar  nada .

 

Saludos .



En Silicon Valley, sin computadoras


THE NEW YORK TIMES

El principal de eBay lleva a sus hijos a escuela privada donde también van los hijos de empleados de Silicon Valley, de Google, Apple, Yahoo y Hewlett- Packard. Su enfoque no tiene que ver con lo tecno. En las clases no hay computadoras. Usan lápices y papel, agujas de tejer y, plasticina.

Allí no se encuentra una computadora. Tampoco pantallas. No están permitidas en el salón de clase, y los maestros prefieren que tampoco las utilicen en casa.

El método se opone al de las escuelas de todo EE.UU. hiper equipadas con tecnología. Los responsables de formular las políticas de educación creen que, a esta altura, no tener computadoras en las clases sería una locura. Sin embargo en la cuna de la tecnología, padres y educadores envían un mensaje: las computadoras y la escuela no se mezclan.

Se trata de la escuela Waldorf de la Península, en Los Altos, California, una de las 160 Waldorf del país cuyo objetivo es cultivar la inteligencia emocional y social de los niños y conectarlos con la naturaleza. Allí la educación se basa en la actividad física, las tareas creativas y las manualidades. Quienes apoyan este sistema sostienen que las computadoras inhiben la creatividad, el movimiento, la interacción humana y la capacidad de atención.

PIZARRÓN Y TIZA. Así como otras escuelas en el país se jactan de la moderna tecnología que tienen en sus salones, Waldorf embandera su simple retro- pizarrones con tizas de colores, estantes con enciclopedias, escritorios de madera con libros de tareas y lápices N° 2.

Recientemente Andie Eagle, junto a sus compañeros de clase, tejían unas muestras con agujas de madera y madejas de lana. Esta es una actividad que, para el colegio, ayuda a desarrollar la capacidad de resolver problemas e incentiva las habilidades matemáticas y la coordinación.

Alumnos de segundo año, parados en círculo, aprenden lenguaje repitiendo versos luego del profesor. Simultáneamente, entre ellos, se tiran una bolsita llena de porotos. Se trata de un ejercicio de sincronización cuerpo mente. En esta, como en otras clases, el día puede empezar con un recitado o un verso sobre Dios para propiciar un momento de espiritualidad.

La maestra de Andie, Cathy Waheed, ingeniera en computación, trata de enseñar de una forma entretenida. El año pasado, les enseñó fracciones pidiendo a los niños que llevaran a la clase alimentos como manzanas, quesadillas, tortas, cortadas en mitades, cuartos y décimos.

"Durante tres semanas, comimos por fracciones", dijo.

Con lapicera y papel

Aurad Kamkar, de 11 años, dijo que en fecha reciente visitó a sus primos y vio que éstos jugaban con distintos aparatos de tecnología, y no se prestaban atención unos a otros. Comenzó a mover sus manos para que le prestaran atención y les dijo "¡Hola chicos, estoy aquí!".

Finn Heilig, de 10 años, cuyo padre trabaja en Google, dijo que le gusta aprender con lapicera y papel -en lugar de usar una computadora- porque puede monitorear cómo progresa a lo largo de los años.

"Uno puede mirar hacia atrás y ver la desprolijidad que tenía al escribir cuando estaba en primer año de escuela. Eso no puede hacerse con una computadora porque todas las letras son iguales", dijo Finn....

                      

Cerebros de Silicon Valley envían a sus hijos a un colegio sin computadoras.

Le Monde

No hay televisores ni PC, sólo tiza y pizarrón, los niños aprenden a tejer, coser y hornear pan. Un establecimiento privado en el que recién se enseña informática a los 13 años.
La Waldorf School de Peninsula, en California, es una de las escuelas privadas que eligen los hiperconectados empleados de Google, Apple y otras empresas de punta de la computación para que sus hijos se eduquen alejados de todo tipo de pantalla, según un informe del diario Le Monde  sobre una nueva tendencia : la desconexión. Tres cuartos de los alumnos inscriptos en la Waldorf son vástagos de personas que trabajan en el área de las nuevas tecnologías. “La gente se pregunta por qué profesionales de la Silicon Valley, entre ellos algunos de Google, que parecen deberle mucho a la industria informática, envían a sus hijos a una escuela que no usa computadoras“,?.
El periódico francés recoge el testimonio de uno de estos padres: Pierre Laurent, que eligió esta escuela porque cuestiona la tendencia actual a equipar en informática a las clases desde una edad cada vez más temprana. “La computadora no es más que una herramienta. El que sólo tiene un martillo piensa que todos los problemas son clavos”, dice. “Para aprender a escribir, es importante poder efectuar grandes gestos. Las matemáticas pasan por la visualización del espacio. La pantalla perturba el aprendizaje. Disminuye las experiencias físicas y emocionales”.
En la Waldorf esa limitación no existe: se aprende a sumar y a restar dibujando o saltando a la cuerda.

Plan Ceibal en Uruguay, donde un portátil e Internet es un derecho de cada niño.
Dos niños con sus ordenadores portátiles en Uruguay.
Dos niños con sus ordenadores portátiles en Uruguay.

Nicholas Negroponte pensó, en un iluminado laboratorio del MIT en Massachusetts, algo que iría a cambiar la realidad de un humilde y oscuro hogar del barrio Las Láminas, en el departamento de Artigas. Muy lejos de Bella Unión, en el límite de Uruguay con Brasil, el científico creyó que cada niño podría llegar a tener su propio ordenador personal. Y entonces, alejado del pensamiento de aquellas familias humildes del Uruguay, lo bautizó 'One laptop per child' ('Un portátil por niño').
Con su idea recorrió congresos y foros. Logró rebajar el coste unitario de cada ordenador, y en determinado momento promocionó que había logrado lo tan ansiado: un portátil a 100 dólares (unos 79 euros).

El por entonces presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, fue uno de los primeros en recibir la idea y el concepto de Negroponte. Cautivado con la posibilidad de que cada niño de Uruguay se acercara al conocimiento y a la tecnología, encomendó a un grupo de técnicos uruguayos el estudio de la iniciativa. No hubo claudicación, y en diciembre del año 2006, el Presidente anunció que se pondría en marcha el Plan Ceibal y que con él, cada alumno y cada maestro de las escuelas públicas de todo el país recibirían de forma gratuita un portátil. Se quería reducir la brecha digital, enorme en un país pobre.
Nicolás tiene apenas 7 años, pero todas las tardes lee el diario 'Expansión' de México. Lo hace a través de su ordenador, sentado en un banco frente a la escuela "porque aquí hay mejor señal que en mi casa", cuenta . La antena instalada en la Escuela N° 38 de Sarandí Grande, una pequeña ciudad de 6.000 habitantes, le ofrece conexión con el mundo, y lo pone un poco más cerca del fútbol mexicano que tanto le gusta.


                      
Con la presencia del Presidente de la República, José Mujica, y el ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, el Plan Ceibal hizo entrega de la ceibalita 1.000.000 en la Escuela Nº 177, ubicada en el barrio Nuevo París de Montevideo.
“Es un honor haber sido elegidos sede para la entrega de la ceibalita un millón”, indicó la responsable del centro educativo. Schiavo recordó que las máquinas significan una herramienta muy importante para los niños porque, al ser nativos digitales, permitieron mejorar el acceso a las comunicaciones y la información, “produciendo una revolución educativa”.
El director de Primaria, Héctor Florit, comparó la situación actual con la del año 2005 cuando se anunció la implementación del Plan. “La excepción se transformó en lo normal, lo que era un privilegio se transformó en un derecho y lo que era para algunos se transformó para todos”, sentenció. Señaló que esta iniciativa significa una “enorme transformación” que va en línea con la que está viviendo nuestro país.
Florit destacó especialmente el compromiso de los docentes para desarrollarlo en todo el país. “Hay socios menos visibles pero que importan mucho, son los maestros, que todos los días ayudan, empujan, impulsan y llevan adelante el Plan Ceibal. Son los profesores que se reengancharon y fueron capaces de trasladarlo a Secundaria, UTU y Formación Docente”. Agregó que con el tiempo se transformó en una “política de Estado que crece desde el pie y que va llegando a cada rincón, a cada escuela, a cada liceo. Estamos teniendo un futuro en nuestros niños que no hubiéramos soñado diez años atrás”, dijo.
 
 

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