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La agricultura de hoy es hasta 50 veces más tóxica que en el pasado.

" En el año 2016, en Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay se sembraron más de 57 millones de hectáreas con la leguminosa, soya, mientras que en 1976, cuando se sembró por primera vez, fueron 1,37 millones de hectáreas."

" En Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay la superficie sembrada con semillas genéticamente modificadas de soya es la mayoritaria ( constituye más del 50% de la superficie total sembrada con los cinco cultivos más importantes de cada país). La producción de esos cinco países suramericanos ha pasado de 99 millones de toneladas en el año 2006, con 40 millones de hectáreas sembradas a 169.700 millones de toneladas en 2016 con 58.5 millones de hectáreas ."



César en el micrófono de CX 40 Radio Fénix un domingo por la mañana … " Y aquí le estamos mostrando la gráfica de la evolución de la importación de agro-tóxicos incluido el glifosato en el Uruguay."



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             Fuente: Elaboración de Pablo Galeano para el período 2000 – 2014 y Brecha para los años 2015 – 2016




¿ Qué es lo que van a ver ustedes en esa gráfica ? Van a ver que el glifosato y todos estos productos de porquería comenzaron a ser importados de manera "SIGNIFICATIVA" a partir del año 2003; para producir la soja que se iba a vender en el 2004. Y ahí tu vez que la gráfica se dispara " exponencialmente " del año 2004 de manera que ya hemos comentado año tras año, domingo tras domingo. Pasando de 4 millones de litros anuales a 25 millones de litros anuales  y tu vas a ver que en el año 2014, la importación de estos productos bajó, porque hubo grandes problemas de allí para adelante con la producción de soja transgénica en el Uruguay. ¿ Qué quiere decir ? Que cuando usted correlaciona esta gráfica (importación de agroquímicos-tóxicos) con la economía del país, acompañados con unos precios desorbitantes  de la soja, de los derivados de la leche provocado por el consumo de China, llega a la conclusión de que el país y otros países de la región salieron adelante, gracias a la plantación de soja transgénica ( y el envenenamiento de su población). Es lo único que expresa claramente como salimos, con la importación de los productos perjudiciales para, la tierra, el agua, el aire, la salud de los seres humanos y el resto de la vida como el glifosato que aumentaron "SIGNIFICATIVAMENTE" .

¡ Miren ! El aumento de la venta de importación  de glifosato aumentó de 1.5 millones de litros al año 2000, a casi 15 millones de litros en 2014. ¡ Listo !



El uso de plaguicidas, agroquímicos-tóxicos, cómo el de antibióticos en los países "en desarrollo", es mucho menos controlado por las autoridades sanitarias que en los países que van a la vanguardia del mundo (donde los controles tampoco son del todo eficientes). Decenas de pesticidas tóxicos prohibidos, cancelados o restringidos en otros países, sobre todo los más desarrollados (industrializados), son enviados actualmente a los países del "tercer mundo" sin restricciones  y son aplicados por agricultores y demás trabajadores. Se observa que en algunos lugares el uso de pesticidas, agroquímicos tóxicos es, por lo menos un 50% mayor de lo necesario, para poder lograr beneficios óptimos (incremento de la productividad y ganancias) y matar todas las "plagas" y "malezas" , pero, generalmente acaba matando al agricultor. Ellos, que a veces no entienden, sufrirán por supuesto, las consecuencias de los mismos a corto o largo plazo. Uruguay ocupa estadísticamente los 10 primeros lugares en los rankings de incidencia de muertos por cáncer en el mundo.


Al aumentar la producción de transgénicos, el uso de agroquímicos tóxicos se incremento en Uruguay, llegando su importación de 4 millones de litros anuales en 2004 a 25 millones de litros anuales en el año 2015. El glifosato aumento de 1.5 millones de litros al año 2000, a casi 15 millones de litros anuales en 2014. El potente herbicida 2.4 D, de 0.14 a 2 millones de litros !!
Ya no hay duda que los monocultivos de transgénicos y su paquete tecnológico (conjunto de medios inseparablemente  unidos entres si) aplicado a la semilla genéticamente modificada, Glifosato, el 2.4 D y otros tantos VENENOS, agroquímicos tóxicos, que se utilizan en Uruguay y países de la región, destruyen la diversidad biológica, causan cáncer y la degeneración genética del hombre. Si no se controla, restringe y prohíbe la venta y el uso de estos peligrosos productos químicos tóxicos, continuaremos provocando la contaminación y muerte, tanto del ambiente, cómo, de, los seres vivientes que viven en él.




Tendremos que plantearnos proyectos de civilización diferentes. Algo debe cambiar fundamental y "radicalmente" en nuestro sistema de producción de alimentos y en nuestra forma de alimentarnos. Tenemos que volver a la agricultura de la década de 1950 (pero con la tecnología de hoy) cuando todavía  sabíamos lo que estábamos haciendo e ingiriendo.  Con los reyes de la agricultura intensiva pues ya sabemos:


La agricultura es hoy 50 veces más tóxica de lo que era hace unas décadas. Y los insectos lo pagan.

La humanidad produce hoy más alimentos que en cualquier otro momento de la historia. Las causas son múltiples, pero una tiene un origen claro: la mejora de la productividad agraria, en parte, gracias a los pesticidas. De controvertida naturaleza, su impacto en el medio ambiente ha sido siempre cuestión de disputa. Un nuevo estudio ha acotado las consecuencias de uno de ellos, los neo-nicotinoides, en las poblaciones de insectos de Estados Unidos. Y no es en absoluto alentador: nuestros campos de cultivo son hoy casi 50 veces más tóxicos que antaño.

Entre 1992 y 2014 los volúmenes de toxicidad aumentaron sustancialmente, y la mayor parte del impacto (el 92%) en las especies invertebradas se podía atribuir a los neonicotinoides. ¿Qué son. ? Popularísimos pesticidas, insecticidas, empleados en más de 120 países del planeta, pero objeto de toda clase de problemas en las especies autóctonas de abejas y otros insectos. "Son sistémicos", es decir, las plantas los absorben y se impregnan de su toxina a todos los niveles. Inocuos para el consumo humano, se disuelven en el agua y tienden a contaminar arroyos y pozos de agua. Se sabe de sus consecuencias negativas desde hace años: la Unión Europea congeló su uso en 2013, y los prohibió en todo el continente en 2018. Un respiro para los insectos.

 Los autores del estudio hablan de una segunda “primavera silenciosa” (un término popular entre los grupos ecologistas) y de un incierto “apocalipsis de insectos”. Son palabras gruesas, pero las cifras tienden a darles la razón: el 37% de las poblaciones de abejas están en declive, y el 24% en peligro de extinción. Diversos estudios han demostrado como el empleo de neonicotinoides tiene un impacto directo en la supervivencia de las abejas, reduciendo su número entre un 24% y un 79%.

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Cada vez menos insectos en el Planeta. El  numero  de insectos en el Planeta cae a pasos agigantados, un 2,5% cada año, generalmente  por causas cómo el uso de este tipo de productos tóxicos o el cambio de temperatura que también afecta a muchas especies vegetales, de las que requieren para poder sobrevivir. Otros trabajos son igual de alarmantes. A principios de este año un análisis estimaba que el volumen de insectos albergado en al Tierra estaba cayendo a razón de un 2,5% cada año. Se trata de la mayor extinción “desde el Cretácico”. El 41% de las especies de insectos han visto cómo sus números se han desplomado durante la última década, cifras de especial crudeza para los lepidópteros (mariposas y polillas) y ortópteros (saltamontes, grillos, etc). Países como Alemania advierten que, en la actualidad, la cantidad de insectos voladores presentes en sus hábitats ha descendido un 75% en los últimos treinta años.

Sin estas especies de insectos, no sólo perdemos riqueza en cuanto a la variedad de especies que nos rodean, sino también  veremos cómo el funcionamiento del mundo como lo conocemos y se encuentra hoy, absolutamente afectado por efectos hasta ahora desconocidos y de ninguna forma serán positivos para la vida.

Es grave. La evidencia sobre su paulatina desaparición es abundante. ¿Pero por qué es importante? Para el caso de las abejas, por ejemplo, encargadas de polinizar el 90% de las plantas con flores del planeta, y el 75% de los cultivos para consumo humano o ganadero. Los insectos son la base del complejísimo sistema bio ecológico de la Tierra, y sin ellos el castillo de naipes se puede venir abajo. Tanto la Unión Europea como Canadá, así como otros países, parecen ser conscientes de ello, limitando o prohibiendo el uso de neonicotinoides. Estados Unidos, la primera potencia agrícola del mundo, cuenta con una legislación más laxa.

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