De todas partes vienen,
sangre y coraje,
para salvar su suelo,
los orientales.
Vienen de las colinas
con lanza y sable,
entre las hierbas brotan
los orientales.
Salen de los poblados,
del monte salen,
en cada esquina esperan
los orientales.
Porque dejaron sus vidas,
sus amigos y sus bienes,
porque les es más querida
la libertad que no tienen.
Porque es ajena la tierra
y la libertad ajena,
y porque siempre los pueblos
saben romper las cadenas.
Eran diez, eran veinte,
eran cincuenta,
eran mil, eran miles,
ya no se cuentan.
Rebeldes y valientes
se van marchando,
las cosas que más quieren,
abandonando.
Como un viento que arrasa
van arrasando,
como un agua que limpia
vienen limpiando.
sangre y coraje,
para salvar su suelo,
los orientales.
Vienen de las colinas
con lanza y sable,
entre las hierbas brotan
los orientales.
Salen de los poblados,
del monte salen,
en cada esquina esperan
los orientales.
Porque dejaron sus vidas,
sus amigos y sus bienes,
porque les es más querida
la libertad que no tienen.
Porque es ajena la tierra
y la libertad ajena,
y porque siempre los pueblos
saben romper las cadenas.
Eran diez, eran veinte,
eran cincuenta,
eran mil, eran miles,
ya no se cuentan.
Rebeldes y valientes
se van marchando,
las cosas que más quieren,
abandonando.
Como un viento que arrasa
van arrasando,
como un agua que limpia
vienen limpiando.
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