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¿Que hay de cierto sobre el “apocalipsis” radioactivo en Japón? + Galeria de Fotos: Japón y el desastre nuclear

La catástrofe nuclear en Japón ha puesto a muchas personas en peligro de exponerse a la radiación y a la radioactividad. Pero a la mayoría sólo los han expuesto al miedo... ¿Qué es exactamente esa radiación?

La radiación se ha convertido en una palabra a la que hay que temer, pero no necesariamente es peligrosa. La luz visible es radiación, el calor también... Y los noticieros juegan con esa palabra y mencionan constantemente que en las explosiones se fuga radiación a la atmósfera, pero poco han explicado a qué tipo de radiación se refieren.

Al menos una de las explosiones de las plantas de energía nuclear en Japón ventiló vapor que contenía material radioactivo.

En ese lugar se produce energía a través de la fisión de uranio - 235, lo que significa que divide ese material en átomos más pequeños. Dos de éstos tipos de átomos, el cesio 137 y el yodo - 121 se localizaron a unas sesenta millas de la central de Fukushima. Estos materiales no pueden ser detectados biológicamente, y pueden rozar la piel, comerse o respirarse. Estos átomos se descomponen en átomos aún más pequeños, y sus neutrones pueden cambiar a protones. Cuando esto sucede emiten rayos gama (no, no te convertirás en Hulk pero...).

Radiacion en Japon

También emiten radiación beta, partículas que básicamente expulsan electrones, aunque no son tan peligrosos como los rayos gama, si pueden causar problemas tras una exposición prolongada. Dado que los materiales radioactivos pueden ingerirse, las partículas beta pueden hacer mucho daño dentro del cuerpo.
¿Qué hace la radiación?

Los rayos gama son los rayos de más alta energía en el espectro electromagnético. Pueden viajar grandes distancias por el aire u otro material, pudiendo atravesar el tejido vivo. La radiación gama se denomina radiación ionizante; cuando se encuentra un átomo, el electrón se "rasga" dejando un ion atrás.

Una vez que el átomo se convierte en un ion, reacciona dependiendo del entorno que lo rodea. Puede ser atraído por ciertas cosas, rechazado por otros, o incluso unirse a otro átomo. Debido a que el tejido vivo está "diseñado" para lidiar con átomos no ionizados, la introducción de un ion en el cuerpo (donde no pertenece) tiene consecuencias drásticas. Algunas veces simplemente daña células, pero es más común que las mate a todas por completo. El efecto devastador depende del nivel de ionización a las que se exponen.

Un nivel bajo de ionización causa únicamente un daño menor, como cuando te quemas por quedarte dormido en la playa. Esas quemaduras son provocadas por los rayos ultravioleta, y sólo afecta a la piel expuesta. En cambio, la radiación gama puede atacar al cuerpo por completo, y las quemaduras que provoca son más letales que las quemaduras solares. Aunque la exposición de bajo nivel de rayos gama  no presenta efectos inmediatos, el daño a largo plazo se ocasiona en el ADN, pudiendo hacer que las células sufran mutaciones, o se comporten de forma anormal cuando se dividan, por ejemplo, haciéndolo sin parar, lo que conoces como cáncer.

Los niveles altos si tienen efectos inmediatos. A menudo las células dañadas que recubren los intestinos no pueden absorber el agua y los nutrientes, la médula ósea se ve afectada y el organismo no puede defenderse contra las enfermedades, lo que ocasiona que la persona expuesta a la radiación muera por una infección. Sin embargo, con los cuidados médicos adecuados, se puede mantener con vida al afectado hasta que se pueda recuperar.

Una exposición alta de radiación puede dañar el sistema vascular, lo que impide el flujo de sangre órganos vitales como el cerebro, y cuando el daño es severo, las consecuencias son fatales.

La radiación beta también es muy peligrosa. El isotopo de yodo -131 es de particular preocupación, ya que tiende a unirse a la tiroides. Cuando se descompone, la eyección de partículas beta daña a las células que se dividen rápidamente. Dado que los niños están en pleno crecimiento, sus células se dividen más rápido, y son los más vulnerables; demasiada exposición les puede causar cáncer de tiroides.

¿Y cómo viaja la radiación?

Los rayos gama viajan como cualquier onda electromagnética, en línea recta a través del mundo; pueden moverse a través del vacío, por el aire o por el agua. También pueden atravesar elementos ligeros como el aluminio o la mayoría de los metales. El plomo puede reducir la radiación gama, pero en realidad no la pueden detener. Una pulgada de plomo como mucho reducir la radiación a la mitad. Otra pulgada la mitad de la anterior y así sucesivamente. En teoría, unos pocos metros de plomo pueden eliminar la radiación gama, pero técnicamente hablando, no es posible hacerlo.
Los materiales radioactivos son difíciles de contener. A pesar de que se pueden medir, están hechos de átomos invisibles; una vez que se liberan en el aire, pueden ser viajar con el viento, la lluvia o la tierra; las plantas los absorben y consecuentemente los animales, y de tal modo se dispersan por el mundo.

¿Cuanta radiación es peligrosa?

La radiación es muy difícil de medir. La cantidad a la que se está expuesto depende de los materiales, del tiempo y de la distancia. La dosis absorbida de material radioactivo se denomina grays, que es una relación entre la cantidad de material absorbido por la masa que del material expuesto. Muchas agencias nucleares prefieren medir la cantidad de radiación absorbida en sieverts. El sievert tiene el cuenta el tipo de energía liberada, así como la forma en la que se transmitió, y lo vulnerable que es el tejido expuesto. La exposición de radiación típica se mide en milisieverts, o milésimas de un sievert. En general, estamos expuestos cerca de 3 milisieverts de radiación al año. Una radiografía equivale a 4 milisieverts, una tomografía computarizada es de aproximadamente 10 milisieverts. Mientras que una dosis de 500 milisieverts marca el comienzo de una enfermedad por radiación, la exposición a un sievert (1000 milisieverts) causa entre las víctimas un 10 % de muertes en un periodo de 30 días.

La planta de Fukushima, en su peor momento, tuvo un nivel de radiación de 400 milisiverts por hora. Lo que implicó la evacuación inmediata del personal. Afortunadamente, el nivel ha sido reducido a a 6 milisiverts por hora. Y por supuesto que monitorean constantemente el área.

¿Cómo se protegen de la explosión a la radiación?

La mejor manera de evitar la radiación es tomar medidas para no entrar en contacto con materiales contaminados... la distancia en lo mejor. Cerca de 70,000 personas han sido evacuadas de los alrededores de la planta Fukushima. Agua y comida limpia, traídas de otras partes es lo ideal. A las familias residentes fuera del área de evacuación, pero cercanas a la misma, se les pide que permanezcan en sus casas, manteniendo bloqueadas con mantas o ropa los sitios por donde entra el aire y que ingieran comida enlatada.

La mejor defensa que hay hasta el momento es contra el yodo - 131. Dado que la tiroides absorbe yodo, y dado que se se le puede saturar, a los niños en las áreas afectadas se les proporcionan tabletas de yodo. Cuando las comen, la tiroides se llena hasta no poder más, bloqueando que el yodo radioactivo se quede en el cuerpo. Puesto que el yodo - 131 tiene una "vida" media de ocho días, el peligro es temporal y puede evitarse. Sin embargo, no hay mucho que hacer sobre la exposición a la radiación, excepto tratar los síntomas y hacer pruebas para detectar el cáncer con regularidad.
Aunque el peligro en grande aún, a los residentes de Japón se les pide que mantengan la calma. Los niveles altos de radiación de la planta Fukushima ocurrieron únicamente una sola vez, e incluso es poco probable que afecten a los residentes cercanos.

Los rumores generados por los noticieros en todo el mundo indican que el viento pueden llevar la contaminación a través del Pacifico y afectar directamente a Canadá, a los Estados Unidos y a México. Es cierto que tarde o temprano el viento llevará material radioactivo al norte de América, pero los efectos dependen de la constancia en las emisiones de las plantas nucleares dañadas. Hasta el momento, lo que pueda viajar de un continente a otro no causará ninguna enfermedad ni efectos dañinos perceptibles.
Radiación

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